El programa electoral del PSOE propone profundizar las relaciones con Marruecos y no tiene en cuenta a Argelia
El PSOE habla de avanzar en la nueva etapa con Marruecos y no cita la grave crisis diplomática y económica que se vive con Argelia.
Sobre el Sáhara Occidental, el partido de Pedro Sánchez se limita a decir que seguirá apoyando al Enviado Personal del Secretario General de Naciones Unidas.
Alfonso Lafarga.-
Madrid (ECS).- El programa electoral del PSOE para las elecciones generales del 23-J establece profundizar en la nueva etapa de relaciones bilaterales con Marruecos, al que apoya en sus pretensiones sobre el Sahara Occidental, pero no tiene en cuenta a Argelia, país al que ni siquiera cita y con el que España vive una grave crisis diplomática y económica.
Sobre el Sáhara Occidental, el partido que dirige Pedro Sánchez se limita a decir que seguirá apoyando al Enviado Personal del Secretario General de Naciones Unidas “para alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de las NNUU”.
Bajo el punto “Relaciones bilaterales estratégicas con nuestros vecinos”, en su programa electoral el PSOE dice que seguirá profundizando en la “nueva etapa en nuestras relaciones bilaterales con Marruecos”, en la que se han firmado una veintena de acuerdos “para fortalecer la cooperación en la lucha contra la trata de personas y contra el terrorismo, la cooperación migratoria, o la promoción de las empresas exportadoras y de las empresas españolas en Marruecos”.
El presidente del Gobierno continúa así su política de apoyo a la propuesta de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental, que respaldó en la carta al rey Mohamed VI, en marzo de 2022, que fue rechazada por el arco parlamentario, incluido su socio de gobierno, Unidas Podemos, con la excepción del grupo socialista.
El giro de Sánchez puso fin al apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui mantenido hasta entonces por los diferentes gobiernos de España, tanto del PSOE como del PP.
Esto ocasionó la crisis con Argelia, que llamó a consultas a su embajador en Madrid, que todavía no ha regresado, y rompió el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación con España de 8 de octubre de 2002, suspensión del comercio entre ambos países que ha originado pérdidas millonarias a empresas españolas.
Aunque Argelia no aparece en el programa socialista, se habla de continuar reforzando “el diálogo y la cooperación con los países del Mediterráneo para establecer una zona de desarrollo económico sostenible, seguridad y estabilidad”.
El PSOE entierra el apoyo en sus programas electorales a la autodeterminación del pueblo saharaui
Con el programa electoral para el 23-J, el Partido Socialista entierra el apoyo al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui que había mantenido en gran parte de sus programas, como fue el de las elecciones del 28 de abril de 2019, en el que abogó por una solución del conflicto “justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, así como para fomentar la supervisión de los Derechos Humanos en la región”.
Este planteamiento ya no se especificó siete meses después en la propuesta electoral socialistas para los comicios que se volvieron a celebrar el 10 de noviembre, en un documento mucho más reducido que el anterior, 57 páginas frente a las 300 de abril.
El derecho a la libre determinación del pueblo saharaui ha estado presente en gran parte de los programas electorales del PSOE, que en las primeras consultas de la democracia manifestó su solidaridad “con los pueblos que luchan por sacudirse la denominación colonial”, apoyó la “liberación de los pueblos oprimidos” y se solidarizó “con los pueblos que luchan por la libertad”.
En 1982 los socialistas ganaron las elecciones que llevaron a Felipe González a la Presidencia del Gobierno, y fue en los comicios de 1986 cuando el PSOE incluyó en el programa electoral el Sáhara Occidental, apoyando las resoluciones de las Naciones Unidas, que lo consideran un tema de descolonización pendiente, “que no concluirá hasta que el pueblo saharaui tenga la oportunidad de expresarse voluntariamente sobre su futuro en un referéndum de autodeterminación”.
El apoyo a las iniciativas de paz para el Sáhara Occidental siguió en las propuestas electorales de 1989, 1993 y 1996, con mención expresa en las dos últimas a la autodeterminación del pueblo saharaui, pero quedó fuera en el programa para generales del año 2000, que encabezó Joaquín Almunia, en el que no hubo mención al Sáhara Occidental.
El conflicto del Sáhara se retomó en el programa de la elecciones de 2004, con José Luis Rodríguez Zapatero como candidato, y se citaron las visiones diferentes entre Marruecos y España respecto a la solución de las Naciones Unidas.
En las siguientes elecciones generales, en 2008, el PSOE apoyó las negociaciones entre Marruecos y el Frente POLISARIO para alcanzar una solución “que permita la autodeterminación del pueblo saharaui”, propuesta que permaneció para las elecciones de 2011, con Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato, y en las de 2015 y 2016, ya con Pedro Sánchez, en las que el PSOE promovió la solución del conflicto de Sáhara Occidental “a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”.
Ahora, para el 23-J, el PSOE, incluye en el programa electoral algo que siempre se ha hecho, la ayuda humanitaria a la población saharaui en los campamentos de refugiados, señalando que “España el principal donante bilateral”.
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