El PP y varios medios cuestionan el viaje a Marrakech con la crisis por el Sáhara Occidental y el espionaje con Pegasus como telón de fondo.
David Bollero dice que es un viaje entre la chulería y la inconsciencia y que se ha ido a descansar al régimen que la Unión Europa señala como autor del espionaje al presidente y la ministra de Defensa con Pegasus.
Alfonso Lafarga.-
Madrid .- “Soberbia”, “provocación”, “esperpento”, son las palabras del Partido Popular para referirse a las vacaciones del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y su familia en Marrakech (Marruecos).
Las ha utilizado el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, que ha resaltado que el viaje se ha producido en pleno bloqueo político, a lo que varios medios han añadido que se hace con la crisis por el Sáhara y el espionaje con Pegasus como telón de fondo.
Así, ABC, bajo el titular “Sánchez escoge Marruecos para sus vacaciones tras el giro con el Sáhara y la polémica por Pegasus”, dice que después del giro histórico que el jefe del Ejecutivo dio a las relaciones con Marruecos, “reconociendo de facto la soberanía del Reino magrebí sobre la excolonia española”, ahora “ha realizado un gesto sin precedentes ante el país de Mohamed VI como es convertirlo en el primer lugar de destino de sus vacaciones”.
En la misma línea, El Mundo titula “Pedro Sánchez elige Marruecos para sus vacaciones pese a su polémica con Rabat”, y reseña que “apenas 15 meses después de que saltara el caso Pegasus con el espionaje al móvil de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones ha aparecido de vacaciones en Marruecos. Justamente el país al que una comisión del Parlamento Europeo ha vinculado directamente con ese espionaje que también afectó a los teléfonos de los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Defensa, Margarita Robles”.
El Confidencial, por su parte, tras la guía “Visita `privada´ por vacaciones”, titula “Sánchez alardea de su relación con Marruecos en plena negociación para la investidura” y destaca que “el giro del Gobierno con el Sáhara Occidental ha supuesto un importante punto de fricción con Sumar, pero también con el resto de aliados parlamentarios, con quienes debe cerrar ahora un nuevo acuerdo de investidura”.
Para Diariocrítico es un “Controvertido viaje de Sánchez a Marruecos: vacaciones con su familia en un delicado contexto”, titular bajo el que escribe que “en estos años, Sánchez ha apoyado a Marruecos en su posición política sobre la autonomía del Sáhara Occidental, ha sido aliado en criticadas acciones contra inmigrantes en Ceuta y Melilla, ha estallado el escándalo del espionaje ‘Pegasus’ y también hubo una agresión fronteriza con la apertura de la valla de Ceuta”, a lo que agrega: “Además, las malas lenguas han estado asegurando que Sánchez tenía intereses personales con Marruecos, relacionados con las actividades empresariales de su mujer. Y con todo este contexto negativo, y en plena fase de comienzo de negociaciones para lograr una complicada investidura, Sánchez elige irse de vacaciones y además a este país vecino”.
MUNDO DEPORTIVO, por su parte, destaca que “Pedro Sánchez imita a Zapatero y a Felipe González en sus vacaciones”y especifica: “El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha aterrizado en un destino en el que solían pasar periodos vacacionales los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González”.
Los medios de PRISA han recogido pasado sin mayor relieve a la información de la familia Sánchez en Marrakech. Sí la Cadena SER dedicó en la noche del martes parte de la tertulia de Hora 25 a la noticia, con comentarios que cuestionaron la idoneidad del destino por las relaciones entre España y Marruecos, al día siguiente, por la mañana, el tema solo ha merecido unos escasos minutos, pero esta vez referidos al derecho del presidente en funciones a unos días de descanso, sin tener en cuenta el lugar elegido. El conductor del programa ha llegado a referiré a uno de los medios que critican a Sánchez con la expresión “vaya noticia”.
“Entre la chulería y la inconsciencia.
Quien ha hecho un crítico análisis de las vacaciones de Sánchez en Marruecos ha sido David Bollero, en Público, con el título “Entre la chulería y la inconsciencia.
Para Bollero, estas vacaciones “descolocan” y “no es propio del presidente cometer errores tácticos tan escandalosos, no sólo desde la óptica de la política nacional, sino europea”. Considera que “elegir Marruecos como destino vacacional despierta demasiadas suspicacias después de haberse plegado, sin justificación ni apoyo alguno, a los intereses de Mohamed VI en la cuestión del Sáhara Occidental”.
Dice que la decisión de las vacaciones en Marrakech “se mueve entre la inconsciencia, la chulería o la temeridad” y que “Sánchez ha decidido irse a descansar al régimen que la Unión Europa señala como autor del espionaje al presidente y la ministra de Defensa con Pegasus”, “la misma dictadura de Mohamed VI con la que llegó a un acuerdo unilateral, sin apoyo ni del Congreso ni de su propio Consejo de Ministros, para legitimar la invasión ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos”.
Puesto que casi un año y medio después de la traición al pueblo saharaui y a la legalidad internacional, Sánchez no ha dado ninguna explicación sobre los motivos del cambio de posición de España sobre el Sáhara Occidental, el periodista afirma que “verle ahora pasear por Marrakech puede interpretarse como una arrogancia que bien podría haberse ahorrado. Sus vacaciones a buen seguro que tendrán eco en las negociaciones de investidura, toda vez que el grueso del Congreso se opone al giro de política internacional que Sánchez nos impuso”
Añade que desde la óptica europea, tampoco es estético que con la suspensión del acuerdo de pesca ilegal con Marruecos y en espera de la sentencia judicial definitiva, “quien ostenta la actual presidencia rotatoria europea alardee de lo bien que se lleva con Mohamed VI, ya en la recta final de su vida, prácticamente terminal y con problemas sucesorios, por cierto. Especialmente considerando los constantes rumores -y no tan rumores- de negociaciones bajo cuerda con Marruecos para buscar nuevas fórmulas con la que seguir esquilmando ilegalmente el banco de pesca saharaui, las vacaciones marroquíes constituyen un tremendo patinazo”.
Concluye Bollero: “Sánchez siempre podrá defender que es un viaje en su más estricta esfera privada y tendrá toda la razón, pero apoyándose en ese mismo argumento, ¿a que seguramente jamás se le ocurriría ir a pasar una semanita a Moscú y dejarse fotografiar sonriente mientras pasea por la Plaza Roja? La imprudencia cometida debería pasarle factura y endurecer aún más las posiciones de sus apoyos de investidura, comenzando por Sumar, que en la cuestión del Sáhara Occidental debería ser inflexible, enmendando el modo en que Unidas Podemos se tragó el sapo en 2022”.
0 Comentarios