Por Lehbib Abdelhay
Madrid (ESC).- A pesar de la magnitud de la tragedia por el brutal terremoto que sacudió el país el 8 de septiembre y que dejó hasta el momento casi 3.000, el rey de Marruecos, Mohamed VI, aún no se ha dirigido a su nación ni ha visitado la zona afectada o zona cero. También las autoridades, desde el primer ministro, el multimillonario Aziz Ajanuch, hasta las locales, mantienen un silencio absoluto y un perfil bajo sin emitir ningún comunicado oficial, ni se han dirigido a la población.
En un país en el que el monarca acumula todo el poder ejecutivo, y su imagen es omnipresente, esta ausencia ha provocado duras críticas en redes sociales entre el pueblo marroquí golpeado duramente por el terremoto. La prensa internacional, y en particular la de Francia, EE.UU, Reino Unido y España, han publicado sendos artículos criticando la inacción del rey marroquí ante el devastador temblor.
Tras estas críticas justificadas por la inacción del monarca y su rechazo a la ayuda internacional, el régimen marroquí dio instrucciones a sus embajadores, sus medios de propaganda y su loby en Europa para movilizarse a frenar las críticas a Mohamed VI por la nefasta gestión del desastre terremoto que azotó su nación. Karima Benyaich, la famosa embajadora de Marruecos en España, la primera en dar el paso para tapar la nefasta gestión del monarca alauita.
Como recordatorio, Benyaich declaró ante la prensa, con ocasión de la avalancha orquestada por Marruecos sobre Ceuta en mayo de 2021 de unas 8.000 personas, de las que unos 1.500 eran menores, y del acogimiento humanitario en Logroño del del presidente de la RASD, Brahim Gali, que "hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir". No obstante, unos meses después Benyaich ha vuelto a su puesto en Madrid sin que aquellas declaraciones hayan tenido consecuencias para ella. Y lo ha hecho una vez que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, haya cedido a la imposición del marroquí de pronunciarse, por medio de una carta remitida a Mohamed VI, en favor de resolver el contencioso sobre el Sáhara Occidental a través de un plan de autonomía que no contempla la autodeterminación del territorio.
La polémica embajadora marroquí en Madrid ha vuelto a sus andadas, y ha lanzado una indirecta a España. Para Karima Benyaich, las críticas a Mohamed VI por su nefasta gestión de la crisis "amenazan la convivencia entre los marroquíes residentes en España"
"En estas circunstancias lo más importante es la acción, no la foto", defiende Benyaich en una entrevista con La Sexta, quien lamentó las informaciones que hayan podido poner en riesgo la credibilidad de la Corona y la convivencia entre marroquíes residentes en España.
En su declaración del sábado en la La Sexta para dar la versión oficial del régimen sobre lo ocurrido, Benyaich asegura que, a pesar de encontrarse fuera del país, Mohamed VI estuvo presente desde el primer momento y creó un fondo de solidaridad. "Fue el primero en ofrecer 100 millones de euros de sus fondos propios", agrega, a la vez que se muestra tajante ante las críticas al monarca por su tardanza en llegar a la "zona cero".
Karima Benyaich tiene una relación personal muy cercana con Mohamed VI, ya que su padre, Fadel Benyaich, era médico personal de su antecesor, Hassan II . De hecho, Fadel fallecería durante el sangriento intento de derrocar a Hassan II por un grupo de militares en 1971. De madre española, cursó estudios de Derecho en Montreal y fue nombrada embajadora en Madrid en 2018.
Ella renunció provisionalmente a la nacionalidad española poder ser embajadora del reino de Marruecos en España. Cuando deje el cargo la recuperará.
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Critican a Mohamed VI por no hacer nada para salvar a su pueblo
Así, y mientras los esfuerzos de rescate entran ya en su primera semana, las esperanzas de encontrar supervivientes con vida entre los escombros del terremoto se desvanecen al tiempo que Mohamed VI rechazó ayuda extranjera que podría salvar cientos de vidas. Por ello, la ira está creciendo sigilosamente contra la inexplicable y lenta reacción del gobierno ante un poderoso terremoto y su rechazo a aceptar ayuda extranjera. Sin embargo, en un país donde la protesta es un riesgo, quizás la respuesta más fuerte sea la acción y el ejemplo, pues son los residentes y locales los que ayudan a los necesitados.
Son ya al menos 20 países, incluido un mecanismo de la ONU recientemente activado, los que han hecho llegar al régimen de Mohamed VI ofertas de cooperación humanitaria y esfuerzos en las tareas de rescate para ayudar a las víctimas del devastador terremoto del pasado viernes, que hasta el momento ha causado más de 3.000 muertos y 2.700 heridos.
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