¿Hacia un terremoto social en Marruecos? La lenta reacción gubernamental y el rechazo a la ayuda extranjera despiertan la ira de los marroquíes
Ahmed Zain
ECS. Madrid. | Mientras los esfuerzos de rescate entran ya en su primera semana, las esperanzas de encontrar supervivientes con vida entre los escombros del terremoto se desvanecen al tiempo que Rabat rechaza ayuda extranjera que podría salvar cientos de vidas. Por ello, la ira está creciendo sigilosamente contra la inexplicable y lenta reacción del gobierno ante un poderoso terremoto y su rechazo a aceptar ayuda extranjera. Sin embargo, en un país donde la protesta es un riesgo, quizás la respuesta más fuerte sea la acción y el ejemplo, pues son los residentes y locales los que ayudan a los necesitados.
Son ya al menos 20 países, incluido un mecanismo de la ONU recientemente activado, los que han hecho llegar al régimen de Mohamed VI ofertas de cooperación humanitaria y esfuerzos en las tareas de rescate para ayudar a las víctimas del devastador terremoto del pasado viernes, que hasta el momento ha causado más de 3.000 muertos y 2.700 heridos.
Mohamed VI, del ''rey de los pobres'' al ''rey de la podredumbre''
Quién llegó a su trono prometiendo ayudar a los pobres, acabó siendo uno de los monarcas más ricos del mundo. En Marruecos lo apodan "El rey de los pobres", la revista estadounidense Forbes lo sitúa a la cabeza de la lista de más ricos en Marruecos y el quinto en África. A pesar de que se le asigna 250 millones de euros anuales a la familia real, aunque no figuran en los presupuestos generales, su fortuna en 2015 ya se aproximaba a los 6.000 millones de dólares, según informó hoy el diario "EL ESPAÑOL" en un extenso artículo.
Según "EL ESPAÑOL", los analistas políticos consideran Mohamed VI más dotado para los negocios que para la diplomacia, o que al menos se siente más cómodo en el sector empresarial. En todo caso, la familia real de Marruecos está presente en los sectores más estratégicos de la economía marroquí.
Mohamed VI dispone de 12 palacios sólo en Marruecos en funcionamiento con 1.100 trabajadores. Su mantenimiento supone un millón de euros al día. A ello se unen una residencia y un castillo en Francia, herencia de su padre Hassan II, y otra mansión real en Libreville, Gabón.
Además; Mohamed VI es el propietario del hotel Royal Mansour en Marrakech con 53 riads -edificios tradicionales en torno a un patio central- de tres plantas para acoger a sus amigos y familiares, según EL ESPAÑOL. Este hotel lo atienden 500 empleados y dispone de estancias privadas de hasta 850 metros cuadrados.
El gobierno de Marruecos afirma que está haciendo todo lo posible para ayudar a todas las víctimas del terremoto
"Envíe sus donativos a Mohamed VI, uno de los monarcas más ricos del mundo, con sus 6.000 millones de dólares", es el mensaje irónico de la revista satírica francesa Charlie Hebdo en su editorial de este miércoles dedicada al rey de Marruecos Mohamed VI.
En el mismo editorial, la revista precisa que los datos sobre la fortuna de Mohamed VI son sacados de la plataforma Forbes del año 2015.
Con esa publicación, Charlie Hebdo ha provocado un escándalo en todo el mundo por la portada que le ha dedicado al rey de Marruecos tras el terremoto que ha destrozado ese país. El pueblo marroquí está escandalizado por la pesima gestión de las autoridades marroquíes de la fatal catástrofe natural. Según informó la agencia EFE, los bomberos de Málaga desplazados hasta la zona de Marruecos afectada por el terremoto registrado la madrugada del 8 al 9 de septiembre y que ha dejado 3 mil muertos han lamentado que no han rescatado a ninguna persona con vida y han calificado el escenario de esta catástrofe como "penoso".
El palacio real dijo en un comunicado el jueves que al menos 50.000 casas habían resultado dañadas por el terremoto y que proporcionaría refugio y 30.000 dirhams (3.000 dólares) a los hogares afectados.
También se comprometió a ofrecer una ayuda de 140.000 dirhams para la reconstrucción de las viviendas derrumbadas y 80.000 para las dañadas. Pero en las aldeas amazigh había pocas señales de que se materializara la ayuda de las autoridades o de que la vida regresara a la normalidad en el corto plazo.
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