La activista de Derechos Humanos pidió un permiso de regreso a España para visitar a tío gravemente enfermo en tanto se se resuelve el recurso contra la negativa de la Delegación del Gobierno en Madrid a renovar el permiso de residencia que tenía desde hace 16 años por razones humanitarias y medicas.
El permiso de regreso ha sido concedido hoy mientras Aminetu Haidar espera en las Palmas de Gran Canaria para viajar esta noche al Sáhara Occidental, donde se reunirá en Dajla con la familia de su tío, que falleció ayer.
Alfonso Lafarga.-
Madrid (ESC).- El Gobierno ha rectificado su primera decisión de no conceder a la activista de Derechos Humanos saharaui Aminetu Haidar el permiso de regreso que solicitó para viajar al Sáhara Occidental y ver a un tío gravemente enfermo, que falleció ayer .
La concesión del permiso de regreso ha sido comunicada a Aminetu hoy en Las Palmas de Gran Canaria horas antes de viajar a El Aaiún, ya que no lo pudo hacer el pasado miércoles al no llegar a tiempo el vuelo de Madrid, según han confirmado a Contramutis fuentes cercanas a la activista.
La autorización para regresar a España fue solicitada mientras se resuelve por vía judicial el recurso presentado estancia que renovaba cada año. La denegación de la residencia fue por “incumplir la normativa”, según el delegado del Gobierno, Francisco Martín, lo que niegan tanto Aminetu como su abogada, Fatma El Galia, que aseguran cumplieron los plazos y requisitos debidos y consideran que detrás hay una una “decisión política” .
La negativa de regreso fue adoptada por la Oficina de Extranjería, dependiente del Ministerio del Interior, y comunicada a Aminetu Haidar el pasado miércoles, día 17, por la mañana en la comisaria de Aluche, en Madrid.
El propio jefe de la comisaria informó verbalmente a Aminetu que no había sido concedida la autorización de regreso, por lo que si viajaba al Sáhara Occidental no podría volver a España. La letrada Fatma El Galia solicitó la decisión por escrito y al serle denegada presento una reclamación.
Ese mismo día Aminetu viajó por la tarde a Las Palmas de Gran Canaria para desde allí dirigirse a El Aaiún, pero el avión de Madrid no llegó a tiempo y tuvo que quedarse en la capital canaria para coger el próximo vuelo a la capital del Sáhara Occidental, previsto para las 20 horas del viernes día 19.
Mientras esperaba para viajar a El Aaiún, el jueves falleció su tío en la ciudad saharaui de Dajla, a donde Aminetu se dirigirá en cuanto llegue a su tierra.
El viernes, la activista saharaui ha sido requerida para personarse en la comisaria de Las Palmas, donde ha recibido una comunicación escrita en la que se concede el permiso de regreso a España.
La abogada declaró el pasado miércoles a EFE que “Aminetu está muy indignada porque, una vez más, ve que el Gobierno accede a los chantajes de Marruecos para perseguirla”, y que no podrá “tener asistencia médica en los territorios ocupados porque ningún médico marroquí se va prestar a ver su caso”.
“No va a ser asistida. Marruecos le persigue a todos los niveles”, insistió, para a continuación expresar su “indignación” porque fuera de los territorios ocupados “se la persiga también de esta manera”, en referencia a la negativa del Gobierno español de prorrogar su residencia.
La propia Aminetu afirmó encontrase “muy debilitada” por sus problemas de salud y que no tiene dudas de que es una decisión política y que obedece a “una orden del Gobierno marroquí”. También expresó su temor a que, una vez aterrice, las autoridades marroquíes le retiren el pasaporte para no dejarla salir del país.
La negativa a prorrogar la residencia de Haidar en España ha sido ampliamente criticada: Sumar, socio del gobierno con el PSOE, y el Bloque Nacionalista Galego, que votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez como presidente, exigieron al Gobierno que renueve el permiso de residencia. El BNG registró iniciativas parlamentarias en el Congreso y el Senado para pedir al Gobierno que rectifique y reconduzca su política con el Sáhara Occidental.
La activista saharaui -premio Derechos Humanos de la Fundación Robert F. Kennedy y Premio Nobel Alternativo de la Paz, entre otros- cuando tenía 20 años pasó cuatro en una cárcel secreta, con los ojos vendado y sufriendo torturas. Posteriormente fue condenada por la justicia marroquí a 7 meses en la Prisión Negra de El Aaiún en un juicio denunciado por irregularidades por Amnistía Internacional y miembros del Parlamento Europeo, que exigieron su liberación; después de un mes en la cárcel fue puesta en libertad.
En noviembre y diciembre de 2009 protagonizó una huelga de hambre de 32 días en el aeropuerto de Lanzarote, a donde fue expulsada desde El Aaiún, con la connivencia del Gobierno de España presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. Agustín Santos Maraver, del gabinete del entonces ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y actualmente diputado por Sumar, llegó a ofrecer a Aminetu la nacionalidad española y una vivienda para que dejara la huelga, lo que ella rechazó. En el aeropuerto fue visitada, entre otras personas, por el Nobel de Literatura José Saramago. Marruecos cedió a las presiones internacionales y la defensora de los DDHH volvió a su tierra.
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