La vergüenza del siglo: Marruecos accede a presidencia del Consejo de DD.HH a través de una pasarela de calaveras humanas


  • En este caso el títere escogido, Marruecos, en vez de llegar encima de un blindado lo hizo por medio de una pasarela, manchada de sangre de víctimas saharauis, marroquíes y palestinas. 

Por Mahayub Sidina

OPINIÓN 

Madrid (ESC).- Cuando los servicios especiales de las ex‐potencias coloniales, como Francia, organizan un golpe de estado para derrocar a un presidente o dirigente panafricanista, que no comulga con sus dictados, se suele decir, y con razón, que el golpista escogido llegó encima de un tanque, escoltado por las propias fuerzas coloniales para continuar la misma política de explotación y marginación de las élites y pueblos autóctonos.

Salvando las diferencias, algo parecido acaba de ocurrir en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra con la vergonzosa elección de Marruecos como presidente del Consejo de Derechos Humanos. En este caso el títere escogido, Marruecos, en vez de llegar encima de un blindado lo hizo por medio de una pasarela, manchada de sangre de víctimas saharauis, marroquíes y palestinas. 

Las columnas que la sostienen son decoradas con calaveras humanas, con todo detalle de lujos, al estilo Mohamed VI. No han dejado nada al azar. Solo les faltó la osadía de otorgar a dichas columnas nombres de colección, tan siniestros para los Derechos Humanos, como Gal-At Maguna, Tazmamaret, Agdaz, Darb Mulay Chrif, Temara, Abdelltif El Hamouchi, Hasan II, Dris El Basri, Drones Israelíes y Turcos, la Verja de Melilla 2022, Pegasus, Moroccogate u otros muchos no menos tristemente célebres como los mencionados.

Efectivamente, los supuestos guardianes de la paz y “veladores por los derechos humanos” en el mundo han decidido quitarse el disfraz y mostrar su verdadera cara. Para ellos está claro que ningún derecho, por muy humano o justo que sea, deba sobreponerse a su supremacía ni a sus intereses egoístas. Han decidido castigar a la Sudáfrica de Mandela para apremiar al Marruecos del historial negro en materia de Derechos Humanos. El Marruecos ocupante ilegal del Sáhara Occidental, cómplice del genocidio de los palestinos, primer productor mundial del cannabis, exportador de la inmigración ilegal con fines chantajistas, potencial caldo de cultivo para terroristas, campeón mundial de la desigualdad social, país de más de 600.000 niños sin escolarizar, promotor de la salida de miles de menores, no acompañados, que actualmente representan un gran peligro de seguridad y orden público para las grandes ciudades europeas… etc. Es la regla distorsionada de dos pesos y dos medidas que los supuestos guardianes de los derechos humanos aplican, en un sentido u otro, según como les convenga, sin siquiera molestarse en dar explicaciones.

Han decidido castigar a la África del Sur de Mandela para apremiar al Marruecos del historial negro en materia de Derechos Humanos

Las trayectorias, de Sudáfrica y Marruecos, en términos históricos, políticos, diplomáticos, humanos o en materia de justicia están a las antípodas una de la otra. Sería un flagrante error hacer un paralelismo entre ambos países ya que el primero contribuyó positivamente al desarrollo humano internacional y a la consolidación de la democracia mientras que el segundo siempre ha estado remando, con alevosía, en contra del sentido de la historia.

En Marruecos, impera un régimen autocrático de corte neocolonial cuya política se articula sobre el engaño, el chantaje, la falsedad y la servidumbre interesada a terceros. Es conocido por su faceta de colaborador en numerosas operaciones sucias ejecutados  por algunas potencias coloniales para destabilizar África y frenar su desarrollo humano y democrático. El fallecido mercenario francés Bob Denar sabia algo de eso. En el lado opuesto, Sudáfrica, país no alineado, llevó a cabo una heroica lucha de liberación nacional, contra el colonialismo y el apartheid durante casi un siglo. Además de contribuir a la emancipación de numerosos pueblos, ha aportado a la humanidad confianza en la lucha por causas justas. No sería justo olvidar que es el país que dio a África y al mundo dirigentes tan ilustres como Nelson Mandela, Olivar Tambo, Steve Biko, Walter Sisulu, Joe Slovo, Chris Hanni, Johnny Makatini, Winy Mandela y muchos más. Su última proeza, digna de todos los elogios, es su decisión de demandar a Israel ante la Corte Penal Internacional por el genocidio de los Palestinos en Gaza. Los valedores de Israel no han podido digerir tal decisión porque deja por los suelos a su credibilidad. Finalmente, han optado por vengarse de Sudáfrica; concediendo la Presidencia del Consejo de Derechos Humanos a un Marruecos que no lo merece ni por activa ni por pasiva.

Como dijo, en su momento, el representante del Frente POLISARIO en Suiza y ante el Sistema de Naciones Unidas en Ginebra, Oubi Bachir, al dirigirse en un tweet al embajador de Sudáfrica: “hoy hemos perdido un voto pero vuestro país ganó el honor de ser el defensor de las causas justas en general”.

Para concluir, es cierto que Marruecos se hizo, sin merecerlo, con la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero no es menos cierto que seguirá siendo perseguido, para siempre, por la maldición de las calaveras de tantas víctimas que dejó esparcidas en su tortuoso camino, tanto fuera como dentro del Consejo.

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