Por el derecho a decidir
Desde hace más de 48 años, el Sáhara Occidental defiende firmemente su soberanía y la gestión de sus recursos naturales, continuamente sometidos a explotación ilegal a pesar de una sentencia histórica del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que consideró ilegales los acuerdos comerciales y pesqueros de la UE con Marruecos.
Por Ana Miranda, eurodiputada de Los Verdes/ALE, PE
Madrid (ESC).- Desde 1975, cuando Marruecos anexó el territorio durante el proceso de descolonización iniciado por España, cruzando su frontera con la llamada Marcha Verde, la ONU ha abogado por un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental. Lamentablemente, este llamamiento sigue sin cumplirse.
En el complejo ámbito de la geopolítica, cualquier decisión o cambio de perspectiva conlleva amplias consecuencias internacionales: económicas, sociales y migratorias. Es en este contexto donde hay que analizar el cambio de posición del gobierno español, abrazando las tesis del gobierno marroquí sobre el Sáhara Occidental. La iniciativa de autonomía presentada por Marruecos en 2007 es considerada hoy por España como la base más seria, creíble y realista para resolver la situación en la antigua colonia española.
Sin embargo, en medio de estas fluctuaciones, es imperativo desarrollar políticas valientes que trasciendan las opiniones miopes y, hasta cierto punto, contradictorias. Debemos defender inequívocamente el derecho de las personas a decidir y gestionar sus propios recursos. Como vicepresidente del Intergrupo de Apoyo al Sáhara Occidental del Parlamento Europeo, en representación del grupo Verdes/ALE, esta es la postura que hemos defendido constantemente.
Marruecos ha ocupado ilegalmente el Sáhara Occidental durante más de 48 años, violando resoluciones de la ONU, mientras que las potencias occidentales aún tienen que tomar medidas decisivas para poner fin a esta violación del derecho internacional. Anticipamos con impaciencia el fallo de la Curia que, con suerte, pondrá fin a esta ocupación ilegal. Además, pedimos una defensa decidida de los acuerdos de la ONU para celebrar un referéndum en el Sáhara Occidental, que permita a los saharauis determinar su futuro.
La complicidad con Marruecos se extiende más allá de la frontera española y abarca la cuestión "MarruecosGate", donde las autoridades europeas se han convertido en cómplices y rehenes de la presión marroquí sobre la migración. Esta colusión ha obstaculizado incluso la presentación y aprobación de resoluciones de apoyo al pueblo saharaui en el Parlamento Europeo.
Un ejemplo de ello es la imposibilidad de que la activista saharaui Sultana Haya llegue a la final de los Premios Sájarov y la reciente denegación de residencia a otra combatiente saharaui, Aminetou Haidar, por parte del Estado español. Éstas son las voces de la libertad ante el abandono europeo.
Quizás, metafóricamente hablando, necesitemos hacer Política con P mayúscula para crear Historia con H mayúscula. En esta narrativa histórica, la defensa de los derechos humanos debe extenderse más allá de la mera retórica, ya sea en el Sáhara Occidental o en Gaza, donde ya no podemos conmovernos únicamente por los eternos campos de refugiados o por el trágico destino de miles de niños asesinados por un ejército cobarde interesado sólo en el exterminio de un pueblo.
¡Sáhara libre!
Por Ana Miranda, eurodiputada de Los Verdes/ALE, vicepresidenta del partido Alianza Libre Europea
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