Marruecos es el primer país más desigual de toda África del norte.

Educación, salud, mercado laboral ... Oxfam describe una imagen implacable de la brecha de riqueza en el reino y aboga por una tributación más justa.


El 5% de los más ricos aglutina más riqueza que el 90% restante.

Madrid, 07 de Mayo 2019. -(El Confidencial Saharaui)

Por H. Mohamed y Lehbib Abdelhay/ECS
Mujer marroquí /Agencia


La desigualdad en Marruecos no cesa. Es lo que ha denunciado Oxfam Intermón en un informe publicado que evidencia que la recuperación económica ha favorecido cuatro veces más a los ricos que a los pobres. Según la organización, la "desigualdad en el reino continúa en niveles desorbitados y está fuera de control", fruto de un modelo económico que incentiva la concentración de riqueza en manos del Palacio Real (Majzén).



El documento recuerda que durante los últimos veinte años, el crecimiento en Marruecos ha sido dinámico (4.4% por año en promedio entre 2000 y 2017), lo que permite una reducción considerable en la tasa de pobreza, de 15.3% en 2001. al 8,9% en 2007 y al 4,8% en 2014. Sin embargo, estos datos, recuerda la ONG, se basan en un enfoque puramente monetario de la pobreza. Excluyen otros factores como el acceso a la salud o la educación. Sobre todo, esta tasa ignora a las familias que están justo por encima de la línea de pobreza y es probable que caigan al menor golpe, lo que la ONG llama "tasa de vulnerabilidad". Sin embargo, esto afectaría a uno de cada ocho marroquíes en todo el país y a casi uno de cada cinco en las zonas rurales.

Las desigualdades se han mantenido casi igual. El coeficiente de Gini, una medida internacional de medir la desigualdad, fue de 39.9 en 1985 y de 39.5 en 2014. Una estabilidad estadística que, una vez más, debe ponerse en perspectiva, advierte Oxfam, debido a muchas limitaciones metodológicas: el gasto en el extranjero no se cuenta, ni los ahorros. Además, las desigualdades monetarias no tienen en cuenta las desigualdades de riqueza. Todas estas observaciones sugieren que las diferencias son incluso mayores de lo que dicen las estadísticas oficiales.



Un sistema educativo deficiente

En el corazón de la máquina desigual está el sistema educativo. "Un sistema inclusivo e igualitario aliviaría las disparidades sociales y eliminaría parcialmente las diferencias relacionadas con el entorno de origen", señala el informe. Sin embargo, aunque Marruecos dedica el 21.5% de su presupuesto a este sector (mucho más que el promedio de Medio Oriente y África del Norte, con un 13.9%), su sistema educativo está fracasando en gran medida. La duración promedio de la escolarización es de 4.4 años, dos años menos que el promedio de los países árabes. Y los resultados escolares varían considerablemente dependiendo del entorno de los estudiantes. En este contexto, la privatización masiva de la educación, alentada por las autoridades, acentúa la lógica desigual. Se estima que el 14% de los estudiantes marroquíes están matriculados en escuelas privadas y hasta el 80% en ciudades grandes como Casablanca y Rabat.

Fuertes desequilibrios territoriales


El reino también enfrenta fuertes desequilibrios territoriales. Ejemplo con acceso al agua: mientras que casi todos los habitantes urbanos están conectados a una red de agua potable, esta proporción se reduce al 64% en las áreas rurales, e incluso al 40% en la región de Tánger-Tetuán -Al Hoceima (norte). Esta última ciudad fue escenario de un importante movimiento social en 2017.



Finalmente, las desigualdades entre hombres y mujeres siguen siendo evidentes. Según el informe global "Brecha de género global", que tiene en cuenta la participación de las mujeres en la economía, la vida política, su acceso a la educación y la salud, Marruecos ocupa el lugar 137 entre 144 países. A pesar de los esfuerzos realizados en el campo de la educación, el 41,9% de las mujeres marroquíes se declaran analfabetas, estadísticas de 2014 (en comparación con el 22,1% de los hombres), una cifra que se eleva al 60,4% en las zonas rurales. En 2009, el 62.8% de las mujeres marroquíes reportaron haber experimentado algún tipo de violencia de género.

En la lista gris de paraísos fiscales


Oxfam recuerda que el país magrebí está en la lista gris (no negra) de la Unión Europea de paraísos fiscales: estados "bajo vigilancia" que tienen hasta 2020 para reformar su legislación fiscal. Finalmente, la ONG concluye que "los problemas de gobernabilidad también privan a Marruecos de importantes ingresos fiscales". Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la corrupción le cuesta al país el 2% del PIB, o 20.700 millones de dirhams en 2017 (aproximadamente 1.800 millones de euros en ese momento).