El Internet y las redes sociales están desbordadas de información sobre la crisis del coronavirus, pero se teme que un alto porcentaje de dicha información no sea veraz, sobre todo si no proviene de fuentes oficiales.
Pero las teorías enemigas son apenas la punta del iceberg de las mentiras o fake news que se tejen alrededor de estos casos.
Madrid, 14 Agosto de 2020. -(ECSAHARAUI)Redacción Lehbib Abdelhay /ECS
El pasado 21 de marzo el Gobierno de la República Saharaui decretó el Estado de Alarma y ordenó el confinamiento total, una situación excepcional que se caracteriza por limitar derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, como la libre circulación, para garantizar la seguridad y el bienestar general amenazados por la epidemia del COVID-19.
Este nuevo virus se detectó en China a finales del año 2019 y, aunque presenta síntomas similares a los de la gripe estacional, su índice de contagio y propagación es bastante alto, provocando la saturación de los servicios sanitarios. Esta situación ha obligado a los gobiernos de los países afectados a tomar medidas drásticas como el aislamiento de la población en los domicilios y reducir el contacto entre personas para evitar más contagios.
Sin embargo, desde la Organización Mundial de la Salud advierten sobre otra importante amenaza que acompaña al COVID-19: la infodemia –sobreabundancia de información- de rumores, bulos y datos falsos que propaga la desinformación entre la sociedad.
Actualmente, Internet y las redes sociales están desbordadas de información sobre la crisis del coronavirus, pero se teme que un alto porcentaje de dicha información no sea veraz, sobre todo si no proviene de fuentes oficiales.
Algunas de ellas, intencionadas por parte de medios y páginas propagandisticas afines a Rabat, se comparten como parte de la propaganda colectiva enemiga para causar el mayor daño para los más de 170.000 de refugiados que resisten en el duro desierto, y otras verdaderas mentiras malintencionadas cuyo único propósito es golpear al Gobierno de la RASD y socavar la confianza que los ciudadanos necesitan en un caso de emergencia como este.
Una irresponsabilidad total producto de la dictadura marroquí y falta de solidaridad de unos cuantos reventadores con agenda propia.
Es normal que algunas mentiras suelan venir de ciudadanos y medios de comunicación.
Es parte de sus estrategias políticas y expansionismo. Pero es muy mal síntoma cuando viene de los propios periodistas que se supone que son el vínculo de la sociedad con la información fidedigna. Ese fue el caso de los refugiados saharauis.
Ayer, se difundió en redes socilaes información sobre huida de los refugiados saharauis de los campamentos por el aumento de la Covid-19. La falsa información difundida a través de Facebook, alegó un posible aumento de casos de Covid-19 lo que provocó la huida de miles de saharauis. Horas después, el falso mensaje ha sido desmentido y ha desaparecido de las redes sociales.
Por otra parte, varios medios de comunicación, algunos registrados en España, y periodistas supuestamente saharauis famosos demostraron ser poco profesionales y con poca ética al difundir la muerte masiva de ciudadanos inocentes en los campamentos saharauis por coronavirus.
En casos como esta pandemia del coronavirus no es raro que algunas de las primeras explicaciones del origen de estas provengan del enemigo.
Prácticamente no ha habido ninguna enfermedad de contagio en las últimas décadas a la que no se le haya inventado una mitología que está más relacionada con el odio y el egocentrísmo que con la realidad en estos campos situados en la perfectura de la Hamada, en la frontera de Argelia con el Sáhara Occidental.
Pero las teorías enemigas son apenas la punta del iceberg de las mentiras o fake news que se tejen alrededor de estos casos.
Información falsa soltada por medios afin al servicio secreto del régimen de Mohamed VI a propósito para vender su tesis, aunque sea a base del odio, y su posición respecto a la antigua colonia española olvidándose de que se trata de un caso exclusivamente humano.
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