Guerra del Sáhara Occidental: OXFAM advierte que los campamentos saharauis pueden volver a sufrir hambruna.

El colapso del alto el fuego en el Sáhara Occidental amenaza la perspectiva de una solución pacífica al conflicto de 45 años

Madrid, 24 Noviembre de 2020. - (ECSAHARAUI)



Por Lehbib Abdelhay /ECS




La reanudación de los combates en el Sáhara Occidental entre el Frente Polisario y Marruecos después de un alto el fuego de 29 años amenaza la estabilidad en la región, y renueva los temores por la seguridad y el futuro de los refugiados saharauis, la mayoría de los cuales han sido exiliados desde 1975.



Más de 173.000 saharauis viven en el desierto del Sahara cerca de la ciudad de Tinduf, Argelia, y dependen casi por completo de la ayuda humanitaria internacional para sobrevivir. La pandemia de COVID-19 ha agravado aún más el hambre crónica y la pobreza en los campamentos desde marzo de este año.



La guerra tendrá un impacto sobre la situación humanitaria como resultado del aumento de la tensión y podría limitar el movimiento de las ONG dentro de los campamentos e impactar en el futuro compromiso de los donantes, lo que tendría serias ramificaciones para la población refugiada.

Solo el 12% de los hogares en los campamentos de refugiados tienen seguridad alimentaria, y más de 133.000 personas dependen de las distribuciones mensuales de alimentos de Oxfam y otras organizaciones de ayuda como su principal fuente de subsistencia. Oxfam también ha estado distribuyendo artículos de higiene y equipo de protección esenciales durante la pandemia de COVID-19.



El director de Oxfam en Argelia, Haissam Minkara, dijo: “El posible colapso del alto el fuego es un acontecimiento extremadamente preocupante para los refugiados saharauis que han estado esperando 45 años por una resolución del conflicto del Sáhara Occidental. Reiniciar las negociaciones políticas es esencial para la estabilidad regional y es la mejor manera de evitar una mayor escalada del conflicto".

Los organismos humanitarios deben recibir apoyo para que sigan proporcionando ayuda humanitaria vital, incluso cuando la situación sobre el terreno se deteriora. La crisis de refugiados saharauis ya sufre las consecuencias de la fatiga de los donantes: a finales de 2020, el llamamiento de financiación anual de la ONU ni siquiera está financiado en un 60%.

Una disminución de la financiación o la interrupción de las operaciones humanitarias sería devastador para los refugiados saharauis, dejándolos aún más expuestos a las consecuencias de la pandemia de coronavirus.

Oxfam pide el nombramiento inmediato de un nuevo Enviado Personal de la ONU sin más demora. El hecho de que el Secretario General de la ONU no nombrara un nuevo Enviado durante 18 meses ha dejado completamente estancadas las negociaciones entre las partes en el conflicto y ha minado el impulso hacia una solución política. Esta importante brecha en el liderazgo diplomático ha llevado, al menos en parte, a esta situación volátil ".

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