Por Nayat Ahmed /ECS
El discurso del colonialismo se refleja en las identidades del colonizador (dominante) y el colonizado (subordinado). Aquí ya no solo hablo del feminismo sino del pensamiento colonial que seguimos viendo en pleno siglo 21. Las películas de Hollywood siguen usando al no blanco solo para desprestigiar no para alabar. No muy lejos, lo vemos en las películas y series Españolas a diario.
Las mujeres negras son hipersexualizadas en películas o anuncios. los Gitanos por ejemplo son reflejados siempre como delincuentes, y lo más gracioso de todo que los actores no son ni gitanos.
Los Árabes son siempre usados para los papeles de terroristas. Los chinos o de mafiosos o de empresarios. Con este discurso no solo afectan a la integración entre los pueblos, etnias, religiones. Sino también al feminismo.
Por eso el feminismo occidental presenta a la mujer no occidental en un conglomerado genérico ( mujeres no blancas, mujeres del tercer mundo) y de esta manera elimina sus particularidades y sus luchas.
Los feminismos decoloniales tienen mucho que agradecer a Edward Said. Gayatri Spivak. Walter Mignolo. Frantz Fanon
En el año 70 del siglo pasado las mujeres empiezan a cuestionar el único modelo válido de lucha por los derechos de las mujeres. Mujeres occidentales, blancas, laicas, y de clase media.
Ahí el sujeto empieza a definirse como múltiple, en base de las diferentes religiones, orígenes, raza, de cada mujer.
¿Cómo influye la experiencia de género?
¿Se puede ser creyente y a la vez feminista?
¿Y las mujeres inmigrantes?
¿Y las mujeres de clase baja, madres solteras?
¿Todas estas se pueden ver reflejadas en un feminismo homogéneo?
Cuando se terminó formalmente la colonización Europea, se impuso un nuevo discurso descalificador sobre los pueblos anteriormente colonizados por Europa. Ya no era necesario la discriminación racial directa sino convertir esos lugares en tercer mundo, países subdesarrollados. Y así presentar a esas mujeres como victimas de hambruna y violencia para luego salvarlas del machismo de sus sociedades de origen.
Eso fue un empuje para que las mujeres del tercer mundo empiecen a cuestionar y denunciar esas medidas en los años 70. Se sentían excluidas de una agenda internacional.
Gracias a sus protestas se empezaron a escuchar las voces de las mujeres del sur en los foros internacionales. Su real objetivo era que la globalización no fuese sinónimo de homogeneidad.
Feminismos decoloniales
- Los feminismos indígenas latinoamericanos
Los movimientos indígenas que tienen a Latinoamérica como centro, es un conjunto de corrientes nacidas a finales del siglo pasado. Que a pesar de sus disparidades, comparten una serie de elementos en común, como el sentido del comunitarismo, la defensa de la naturaleza, el trabajo conjunto con los hombres.
Todas estas corrientes son conscientes del peso que el colonialismo español ha dejado en la realidad de las mujeres nativas, y que a menudo se perpetúa en estados neocoloniales que las siguen considerando ciudadanas de segunda.
Tras la colonización Española de América se impuso un modelo que parecía abrir solamente dos vías para las poblaciones originarias:
Cambiar a través de la modernidad impuesta o permanecer marginadas dentro de sus tradiciones ancestrales.
Las feministas indígenas reivindican el derecho a la diferencia cultural y al mismo tiempo, el derecho de cambiar aquellas tradiciones que las oprimen y excluyen como mujeres.
Los feminismos decoloniales surgen fundamentalmente a partir de los años noventa del siglo pasado a consecuencia de las ideas feministas latinoamericanas influenciadas por el capitalismo para destruir las culturas locales. A las criticas de la occidentalización de América y la lucha contra las secuelas del racismo y neocolonialismo que las políticas neoliberales trajeron consigo. Como también estaban en desacuerdo con los feminismos de sus países de origen, monopolizados por una tecnocracia de mujeres mestizas, profesionales, de alto nivel educativo, que se apropian de los fondos de la cooperación y el discurso feminista sin tener en cuenta la necesidad de una gran parte de la población.
Estos feminismos van a ir agrupando las ideas de pensadoras, intelectuales y activistas que luchan contra la invisibilización y subordinación de la población indígena.
Su feminismo va a entrecruzar muchas dimensiones, desde la economía hasta la corporeidad, pasando por la naturaleza y el comunitarismo. Se reconocen en la masacre que sufrieron sus ancestros o en la conversión de su cuerpo en elemento reproductivo, elementos que lejos de haber desaparecido, continúan hasta el momento.
Podemos notar cierta diferencia entre el feminismo occidental y el feminismo indígena Latinoamericano, que estas últimas consideran a los hombres sus compañeros de lucha en vez de sus rivales como vemos en el movimiento feminista occidental.
Algunas de las feministas indígenas Latinoamericanas:
Lorena Cabnal: Mestiza Maya y Xinka, trabaja desde Guatemala con la asociación de mujeres de Santa Maria de xalapán para visibilizar el etnocidio del pueblo Xinka y para modificar el modelo patriarcal en las comunidades indígenas.
Aura Cumes: Maya_Kaqchikel, actualmente es profesora asociada del centro de Estudios e Investigación para diálogos Globales de México.
Sylvia Marcos: Profesora e investigadora universitaria, ha sido impulsora de una revisión en el campo de la epistemología feminista que tenga en cuenta el papel de las mujeres indígenas.
Mercedes Olivera: Antropóloga y pensadora, combina su aproximación teórica con un trabajo de base con mujeres indígenas desde los años setenta.
Julieta Paredes: De etnia Aimara, es conocida sobre todo como una de las principales autoras del feminismo comunitario.
Silvia Rivera Cusicanqui: Socióloga Aimara ha combinado el trabajo teórico con el activismo por su vinculación al movimiento cocalero y al movimiento indígena Katarista.
Los feminismos Islámicos
La religión como base
¿ Se puede ser musulmana y feminista?
Desde el feminismo occidental e incluso desde países musulmanes hay quien opina que no, por considerar que ninguna religión monoteísta puede ser liberadora para la mujer.
Desde occidente en particular, se ha culpado el Islam de la opresión de la mujer musulmana y por tanto se exige su abandono para lograr la emancipación de la mujer. Por otra parte los conservadores en el mundo musulmán se oponen al concepto “feminismo islámico” en pro de una lectura patriarcal del Corán o bien consideran que el islam en sí ya garantiza la igualdad entre sexos y por lo tanto no hace falta introducir elementos feministas que restarían pureza a la religión.
El feminismo islámico se desarrolla con bastante posterioridad a otras corrientes decoloniales como el feminismo negro, se hace visible en los años noventa del siglo pasado. Su surgimiento no es casual, coincide con la expansión notable del islam político que había llegado al poder como en Irán y en Sudán.
Ello no implica que en el año 1919 las egipcias desempeñaron un papel fundamental en el levantamiento en contra los británicos. O una organización en los años 30 y 40 de mujeres Árabes se implicaron con la causa Palestina liderada por Huda Shaarawi. O las mujeres Argelinas contra el ocupante francés.
También las mujeres del siglo 19 como la pensadora Aisa Al-Rahman, más conocida como Bint Al-Sati que releyó hace décadas el Corán para adaptarlo a su época y contribuir a la emancipación de la mujer.
La revista Zanan donde escriben mujeres iraníes fundada en 1992.
Las feministas islámicas trabajan en torno a tres ejes fundamentales:
El poder y la transmisión cultural, intentan recuperar las voces femeninas silenciadas
La historia, reescribiéndola desde el punto de vista de las mujeres, subrayando el importante papel que tuvieron durante los primeros tiempos del islam y que fue posteriormente negado por las reinterpretaciones realizadas por los varones. En particular se destaca la influencia que detentaron las mujeres e hijas del profeta.
La lengua, que adquiere su máxima expresión reivindicadora en la práctica de una hermenéutica coránica de género.
También buscan soluciones a los problemas de las mujeres musulmanas dentro de un referencial islámico.
Recuperar la esencia liberadora e igualitaria del islam.
Reapropiar el saber y la autoridad religiosa por y para las mujeres.
Romper el monopolio interpretativo de los textoa sagrados por parte de los hombres.
Plantear una doble critica al feminismo occidental y a la dominación patriarcal del islam luchar contra la islamofobia en general y la de género en particular.
Algunas feministas islámicas
Asma Barlas, directora del center for the study of culture, rece and ethnicity en el Ithaca college.
Asma Lamrabet, tiene una larga trayectoria devestudio sobre las mujeres en el Islam. Hematóloga en el hospital Avicena de la capital marroquí
Natalia Andújar, lingüista y experta en cultura y civilización Islámicas. En el 2010 fue escogida como una de las 10 mujeres musulmanas más influyentes de Europa.
Amina Wadud, escritora, defensora de los derechos humanos, rompió la tradición de que solo los hombres podían dirigir el rezo, a favor del imamato femenino y de la homosexualidad y en contra de los castigos corporales.
M. Laure Rodríguez Quiroga, activista y pensadora del feminismo islámico contemporáneo.preside la unión de mujeres musulmanas de España, escritora, forma parte de la red internacional WISE y del movimiento global musawah.
Como mujer Árabe y Musulmana siempre denuncié el machismo, racismo, clasismo, islamofobia de género que sufro a diario en este país. Pero tampoco me olvido del machismo de sufro o sufrimos por parte de los nuestros, aquí como allí.
Desgraciadamente no cuento con el apoyo de las llamadas feministas islámicas que residen en este país porque para ellas solo cuenta lo que sufre la mujer Musulmana en España por parte de los occidentales como si fuera ese nuestro gran problema. Menuda hipocresía, verdad?
Hecho de menos las voces femeninas musulmanas para denunciar la violencia que sufren las mujeres Árabes a diario por parte de sus maridos, hermanos, padres, sociedad….etc.
Hecho de menos esas voces para denunciar al machismo Árabe y a nuestra cultura retrógrada, poder aprobar leyes que apoyen a esas mujeres en España a la hora de querer divorciarse y no poder, cambiar esas leyes internacionales que impiden que una mujer no pueda divorciarse porque proviene de otro lugar como sucedía a las españolas en Bélgica y Francia en los tiempos del franquismo.
Cambiar la mentalidad de tantos jueces y juezas que no culpabilizan a nuestros machos porque creen que no pueden cambiar la cultura de esa gente. Esa cultura que nos mata.
Como mujer siempre intento apoyarme en la religión a la hora de defender a la mujer porque se que solo de esta manera ninguno me puede contradecir.
Cuando digo religión ( me refiero al Islam del Corán y Mohammad, no al islam político ni al Wahabismo y sus interpretaciones patriarcales. Ni tampoco a las interpretaciones de Muslim o Bujari, ni a todas esas interpretaciones patriarcales hechas desde Muawiyah Bin Sufian, pasando por Al-Andalus y el reino Otomano y terminando en el Wahabismo y Al-Saud).
Los feminismos Africanos
- La importancia de la raza
Lejos de la imagen que a menudo nos transmiten los medios de comunicación occidentales, marcada por la pasividad y la miseria, las africanas siempre han participado activamente en todas las áreas de sus sociedades, tanto en el ámbito productivo como, en un sentido muy diferente, en la larga tradición de luchas contra la dominación colonial.
Hay que señalar que la desigualdad entre los status de las mujeres del continente Africano varían enormemente en función de la clase social, el nivel educativo, y la vida en el país concreto. Estas sociedades han experimentado en los últimos tiempos cambios demasiado importantes. Los cambios derivados de los procesos de colonización y la entrada de sus economías en el mercado internacional y la globalización.
A pesar del retraso en el continente en Liberia, Ellen Sirleaf Johnson se convirtió en la primera jefa del estado en 2006. En 2013 por primera vez una mujer se convierte en máxima responsable de la comisión de la unión Africana Nkosazana Diamini-Zma. En 2009 la unión Africana lanza su primera política de género acompañada de un amplio plan de acción. En Enero de 2010 la institución adoptó la década de las mujeres hasta el 2020. 51 de 53 paises Africanos han ratificado la convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres (CEDAW).
Dichas entidades han ido abordando cuestiones tan complejas como la violencia doméstica, el aborto, la ablación, el matrimonio infantil, y la homosexualidad.
El feminismo africano surge de dinámicas muy distintas a las que generaron el occidental. En realidad, fue modelado por la reacción contra la hegemonía colonialista y su influencia en la cultura africana.
Existio otro asociacionismo social muy organizado en algunos países que se expandió a partir de los ochenta. Ligado a una forma organizativa tradicional basada en las relaciones comunitarias y de solidaridad. Organizaciones de tipo productivo, económico, social, religioso, étnico, generacional. De esta manera permitieron a las mujeres africanas adaptarse a los nuevos retos de la modernidad, incorporándose a las instancias formales del estado y a la acción política sin descuidar sus tradiciones, costumbres, religión.
Algunas feministas Africanas
Ifi Amadiume: Nigeria, poeta, antropóloga y ensayista.
Mariama Ba: Senegal, luchó como feminista contra la ectructura de poder establecida en África. Su libro Mi carta más larga se tradujo en más de 12 idiomas.
Leymah Roberta Gbowee: Liberia, lideró la elección de Ellen Johnson como presidenta para su país. Es premio Nobel de la paz en 2011
Zanele Muholi: Sudáfrica, fotógrafa y activista visual. Defensora del colectivo LGTB y en particular de las lesbianas.
Agnes Pareiyo: Kenia, fundadora de la organización Tasaru Ntonomok (rescate de la mujer). Desde 1998 recoge a pequeñas que escapan tanto de la mutilación genital como de los matrimonios tempranos. En el 2005 fue elegida mujer del año por las Naciones Unidas.
EL DESORDEN
Estos últimos años han sido clave en el tema de la discriminación pero aquí ya no hablo de las que no somos blancas.
Hablo de unas mujeres que no han tenido la suerte de ser inmigrantes, ni negras, ni gitanas, ni musulmanas, ni latinas.
Las mujeres transexuales, esas mujeres que son discriminadas en su propio país por otras mujeres.
A veces creo que el ser humano es malvado por naturaleza. Puedo entender que esto es demasiado nuevo y no toda la gente tiene la capacidad de aceptación, pero con qué derecho podemos discriminarlas?
Porqué no podemos entender que cada cual es libre de elegir lo que siente?
Acaso la feminidad es exclusiva para las mujeres que nacieron con vagina?
1 Comentarios
Interesante artículo. No soy un experto en en finísimo u otras ideas como el post-modernismo actual, pero resulta interesante leer sobre estos conceptos en constante redefinición.
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