La guerra de Ucrania está afectando la política global de forma inesperada y peligrosa. El Sáhara Occidental es otra región donde las tensiones están aumentando, con consecuencias impredecibles.
ECSAHARAUI + Unherd
Madrid (ECS).- Tras el estallido de la guerra de Ucrania, un aliado de EE.UU en el norte de África trató de mantener una postura neutral. En las dos reuniones de la Asamblea General de la ONU a principios de marzo, Marruecos se ausentó y se abstuvo de condenar la “operación militar especial” de Rusia en Ucrania. Sin embargo, en una señal de que el mundo se está dividiendo cada vez más en dos bloques, esta posición de neutralidad mantenida por Rabat para contentar a Moscú, ahora es abandonada. Esto se debe en parte a la presión diplomática ejercida por Washington, que finalmente llevó a Marruecos a participar en una cumbre militar convocada por Estados Unidos en Alemania. Rabat se unió a los miembros de la OTAN y otros 13 países no pertenecientes a la Alianza Transatlántica para prometer más apoyo militar a Ucrania.
Rabat ha dado un giro inesperado en su política exterior al alinearse decididamente con EE.UU y la OTAN en la guerra con Rusia, tras la intervención militar de Moscú en Ucrania y la región limítrofe del mar Negro. Hasta finales de abril, Marruecos había mantenido una posición de neutralidad y un equilibrio que ha acabado por deshacerse.
La clara alineación de Marruecos con los EE.UU. en este tema podría tener efectos importantes en el conflicto en curso en el Sáhara Occidental. Desde que España se retiró de su antigua colonia en 1975, Marruecos ha reclamado la soberanía sobre el territorio, mientras que la vecina Argelia apoya desde entonces al pueblo saharaui en su búsqueda de la autodeterminación e independencia.
Si bien Marruecos continúa ocupando alrededor del 75% del Sáhara Occidental, hay indicios de que el conflicto en Ucrania podría desestabilizar el equilibrio de poder en la región del Norte de África. Por un lado, la restricción de los suministros mundiales de petróleo y gas ha permitido a Argelia cobrar una mayor influencia, exportadora de energía. En el pasado, Argel cortó el suministro de gas a Europa, a través de gasoductos que pasa por territorio marroquí, como una forma de ejercer presión en relación a la cuestión del Sáhara Occidental.
Además, el Frente Polisario ha pedido apoyo durante mucho tiempo a Moscú, que ocasionalmente ha coqueteado con respaldar, principalmente como una forma de ejercer presión sobre Rabat y Washington cuando es necesario. Ahora que Marruecos ha abandonado su postura neutral, podría llevar a Rusia a tomar represalias suministrando armas modernas al Frente Polisario, en guerra con Marruecos desde 2020, según escribe Harry Clynch en el diario Unherd.
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De hecho, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, realizó recientemente una visita no anunciada a Argelia, y Moscú declaró que “los dos países están de acuerdo en todos los temas clave de la política internacional”. ¿Podría Rusia estar a punto de apoyar militarmente al Frente Polisario?, se pregunta Harry Clynch. El conflicto en Ucrania está afectando la política global de formas inesperadas y peligrosas. El Sáhara Occidental es otra región donde las tensiones están aumentando, con consecuencias impredecibles.
Rusia anunció recientemente que se ofrece a armar a sus aliados de África, Asia y América Latina
“Rusia está dispuesta a ofrecer a sus aliados y socios el armamento más moderno, desde armas de fuego hasta blindados, artillería, aviación militar y drones de asalto”, dijo Putin al inaugurar el foro militar “Armia-2022″ en las afueras de Moscú la semana pasada.
El mandatario ruso subrayó que Moscú “valora sinceramente los lazos históricamente fuertes, amistosos y de confianza con los países de América Latina, Asia y África”, donde Rusia cuenta con “muchos aliados, socios y correligionarios”, agregó.
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También destacó que esos países (…) “no se someten al llamado poder hegemónico, sus líderes muestran auténtico carácter y no se subordinan” a nadie, ya que apuestan por un desarrollo soberano y por solucionar colectivamente los problemas de la seguridad regional y global sobre la base del derecho internacional. “De esa forma, contribuyen a la defensa del mundo multipolar”, comentó al dirigirse a militares de diferentes países en el pabellón de exposiciones Patriot, acompañado del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
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