Por Taleb Alisalem /ECS
El Ministro de asuntos exteriores marroquí Nasser Bourita declaró, hoy viernes 23 de octubre de 2020, en una rueda de prensa conjunta con los cancilleres de Guinea-Bissau y Guinea Ecuatorial, tras la inauguración de los consulados de sus países en Dajla:
"Quien practica provocaciones se desvía de la legitimidad internacional y se enfrenta a Naciones Unidas y al derecho internacional, y esto no es extraño para grupos que operan con la lógica de las pandillas" y señaló que Marruecos siempre había tenido la posición de que “no habrá camino político con pandillas, no habrá camino político con mafiosos y no habrá camino político con los que están desacreditados y que trabajan como grupos armados”.
Las declaraciones del ministro de asuntos exteriores tan sólo son el reflejo más claro y directo del nerviosismo y el ahogo del invasor marroquí quien se ve forzado a volver a la realidad y saber que es una fuerza ocupante en el Sáhara Occidental.
Es inverosímil que el ministro marroquí declare que el Frente Polisario es una “mafia sin reconocimiento ni legitimidad internacional” y a la vez se sienten con el Frente Polisario en una misma mesa de negociaciones bajo auspicios de la ONU donde el Frente Polisario es reconocido por el mayor órgano mundial, la ONU, como único y legítimo representante del pueblo saharaui, pero como ya he mencionado, esto tan solo refleja el nerviosismo del reino de Marruecos ante esta nueva situación.
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