Reptiles en peligro de extinción son cazados por los colonos, sin que nadie intervenga para evitarlo.
Por Hmad Hammad - Contramutis
El Aaiún (Sáhara Occidental).- Hemos denunciado repetidas veces sobre la explotación y el exterminio tanto de la población como de los animales. Colonos marroquíes financiados por el Majzen practican la caza ilegal de reptiles en peligro de extensión, como es el caso del lagarto del desierto en el territorio del Sáhara Occidental, una violación más que añadir al expediente criminal del estado marroquí en contra de los derechos de los animales.
Todo animal perteneciente a una especie que habita tradicionalmente en el entorno del hombre tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad propias de su especie.
Las fotos muestran el daño que sufre el ecosistema natural en el Sáhara Occidental ocupado, sin que nadie intervenga para evitar la cacería a la que está sometida esa especie de reptiles, escasa en el territorio. No sólo los reptiles sufren ese exterminio, otras especies que en el pasado cohabitaban en el territorio hoy en día ya no existen o están en peligro de extinción, como la codorniz del desierto, que cazan ilegalmente los jeques árabes, la avutarda, los antílopes, así como las yeinas y los lagartos, que utilizan sus huesos y su sangre para rituales de brujería en Marruecos.
El comercio de vida silvestre y sus productos derivados también se ha expandido en el territorio, los traficantes han encontrado nuevas formas de conectarse con compradores potenciales en Marruecos y los países del golfo.
Estamos ante la necesidad de contar con sistemas de justicia penal internacional más sólidos, enfocados a proteger las especies que habitan en el territorio del Sáhara Occidental y fortalecer el proceso mediante la ampliación de las funciones de la MINURSO (Misión de NNUU en el Sáhara Occidental) para que contemple la protección de los derechos humanos y los derechos animales en el Sáhara .l
Las redes criminales financiadas por el Majzen han diversificado los recursos que explotan y trafican y utilizan las mismas redes corruptas para transportar diferentes productos del Sáhara Occidental ocupado, como los reptiles, las yenas y las codornices.
Para combatir estos desafíos es necesario mejorar la cooperación de la MINURSO y las investigaciones transfronterizas. Las Naciones Unidas deben hacer mayores esfuerzos para definir los delitos contra la vida silvestre como delitos graves en conformidad con la Convención de las NNUU contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
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